El concepto de almacén y organización de almacenes ha evolucionado a lo largo de los años y muy especialmente en esta última década, las normativas (comunitarias, estatales o locales), la globalización, la aparición del comercio electrónico, los hábitos de los compradores, las estrategias de distribución, las nuevas tecnologías y otros impactos han ocasionado un notable desarrollo tanto en el diseño de las instalaciones destinadas a la organización de almacenes de todo tipo de productos (productos peligrosos, temperatura controlada, alimentación, farmacia, gran consumo, etc.), cómo a la gestión que estos han precisado para una correcta, segura, flexible, eficiente y ágil distribución de los mismos.

El valor de la organización de almacenes

Los almacenes han pasado de ser un elemento exclusivo de espacios donde guardar mercancías a formar parte del entramado logístico integrado en la estrategia global de las compañías productoras, distribuidoras o comercializadoras añadiendo valor a las mismas, haciendo cada vez más importante la organización de almacenes.
Pero para que realmente el valor se añada la organización o la estrategia es fundamental, una correcta gestión tanto de los espacios como de las herramientas de trabajo, la formación continua del personal  o tener los procesos ajustados a la realidad de la necesidad productiva / comercial y cumplirlos con extrema puntualidad,  o la manipulación de los datos que constantemente se recogen y que supondrán un soporte vital tanto a las gestiones logísticas, cómo a las financieras, comerciales o de producción. 
La definición de organización u organización de almacenes puede entenderse como los procesos funciones de logistica que desempeñan las labores de recepción, clasificación, almacenaje, gestión de stock, preparación de pedido y expedición de materiales entre dos o más puntos (internos o externos) y modalidades (materia primas, productos semielaborados, productos acabados, devoluciones, entregas en cadenas de producción, entregas en comercio, devoluciones, etc.). La gestión logística y por tanto la organización o gestión de almacenes tiene como objetivo la eficiencia y garantía en la cadena de suministro, la minimización del coste de distribución, el aseguramiento de la distribución física, la minimización de los movimientos, la reducción de tiempos, la trazabilidad de los productos o la gestión de datos que se van generando en cada uno de los pasos y todo ello para aumentar la satisfacción de usuarios o clientes finales aportando un nuevo valor al producto distribuido.  Un claro ejemplo de esto último lo podemos encontrar en los casos de los productos que especialmente van dirigido al consumo humano o animal (productos químicos, productos alimenticios, productos farmacéuticos o sanitarios) donde los datos toman especial relevancia y ofrecen una aportación de valor estratégicamente importante.

Cómo organizar un almacén

La gestión del stock y el inventario son herramientas estratégicamente imprescindibles para cualquier compañía, al igual que la organización de almacenes. La gestión u organización del almacén deberá desarrollar las herramientas necesaria para que los encargados del inventario de materiales puedan gestionar financiera y físicamente los stocks y sus movimientos (reposición, compra, obsolescencia, caducidades, etc..), los ERP de gestión de almacenes están en constante evolución, tanto las tecnologías afines a los almacenes (radio frecuencia, RFID, scanner, tecnologías de comunicación, etc) cómo las nuevas tecnologías inteligentes han ayudado a maximizar los controles de los inventarios y por tanto a ser muy eficientes en su gestión.
En el caso de la organización de almacenes de productos sensibles (farmacéuticos, sanitarios, alimentación, etc.) o productos peligrosos (inflamables, tóxicos, corrosivos, etc.) los cumplimiento de las normativas, medidas de seguridad, trazabilidad (movimiento de entrada y salida, inventariado, etc.), ubicación (zonas blancas, zonas de temperatura controlada, zonas de inflamables, zonas de tóxicos, zonas de corrosivos, etc.) documentación (transporte ADR), orden, limpieza, son cuestiones inexcusables y de obligatorio cumplimiento.
En un sentido práctico hay que mentalizar a todo el personal de que los insumos o productos acabados son como el dinero que nosotros depositamos en los banco, no se permitirá que entre ni salga ni un euro más de lo que hayamos depositado. Es obligación de la organización de almacenes cumplir con:

  • Una correcta recepción de los materiales, denunciando cualquier anomalía que por cantidad o estado se pueda detectar.
  • Llevar un registro minucioso de todo aquello que entra o sale.
  • Asegurar que todo el material que salga sea exactamente el que se nos ha pedido y por lo tanto precisa el cliente interno, externo o usuario final, facilitando así la organización de almacenes de la empresa.
  • Pedir ayuda a los departamentos para que simplifiquen los procesos de entrada o salidas (documentación electrónica, medios de control, zonas de recepción y expedición, zonas de averías o residuos, gestión de la incidencia, etc.)
  • Ubicar la mercancía en los lugares asignados dependiendo de las características o necesidades del producto (temperatura controlada, zonas preparadas y autorizadas para productos químicos peligrosos, etc.)

En la planificación es otro de los procesos estratégicos don de cave destacar:

  • Lay-out o dimensionamiento de las superficies para obtener una maximización de los espacios de almacenaje y trabajo (pasillos, calles, estanterías dimensionadas a la operativa de almacenaje y manipulación, muelles de carga y descarga, zonas de retención, zonas de devolución, etc.)
  • SGA o Sistemas de Gestión de Almacenes, no todo los sistemas sirven para cualquier tipo de gestión, desde el tipo de producto (p.e. mercancías peligrosas) a las gestiones de preparación de pedidos y distribución física deben de estar adaptadas a las necesidades de nuestros clientes internos, externos o usuarios.
  • La red de distribución. En un almacén podemos desarrolla operativas de máxima calidad, pero si después no contamos con un buen diseño de red de distribución que llegue en el momento preciso a su lugar de destino podemos restar todo aquel valor que hemos añadido. Es fundamental analizar la capilaridad, los condicionantes (mercancías peligrosas temperatura controlada, entrega domiciliaria, etc.) y ajustar los costes para que este último eslabón de la cadena no rompa la transmisión y provoque malestar o insatisfacción.
  • Gestión de medios mecánicos y de los recursos humanos. Normalmente el almacén no produce en los términos de cualquier empresa de Fabricación, no administra grandes maquinas de producción o manipula los productos añadiendo valor, pero si que tiene que mover las mercancías y para ello son fundamentales los medios mecánicos (carretillas, elevadores, carruseles, pather noster, robots, etc.) con un mantenimiento preventivo y correctivo rápido y eficiente de manera que las operativas programadas no paren nunca.
  • Acuerdos operativos (entradas, salidas, preparaciones, comunicaciones, etc.) con los clientes internos, externos o usuarios, esto con el fin de cumplir sus expectativas de manera muy ordenada y muy eficientes.

Si sigues teniendo dudas sobre la organización de almacenes y precisas de una empresa que almacene tus sustancias, no dudes en contactarnos.