En el sector químico, la información lo es todo. Y cuando se trata de manipular, almacenar o transportar sustancias peligrosas, contar con datos claros y actualizados sobre su comportamiento, riesgos y medidas de seguridad no es solo una buena práctica: es una obligación legal.

Aquí es donde entra en juego el SDS, más conocido como la Ficha de Datos de Seguridad (Safety Data Sheet).
Este documento técnico es esencial para garantizar un manejo seguro de los productos químicos en cualquier punto de la cadena logística.

¿Qué significa SDS químico?

El término SDS (por sus siglas en inglés: Safety Data Sheet) hace referencia a la Ficha de Datos de Seguridad de un producto químico.

Se trata de un documento obligatorio que proporciona información detallada sobre las propiedades de una sustancia o mezcla, sus peligros, las precauciones necesarias durante su manipulación y las medidas que deben tomarse en caso de emergencia.

En la normativa europea, el SDS está regulado por el Reglamento REACH (CE) Nº 1907/2006, y debe acompañar a cualquier sustancia o mezcla considerada peligrosa según el Reglamento CLP.

¿Para qué sirve un SDS?

El SDS no es solo “papel”; es una herramienta clave para la prevención de riesgos laborales, medioambientales y operativos.

Sirve para:

  • Informar a los trabajadores sobre cómo manipular una sustancia de forma segura.
  • Ayudar a los servicios de emergencia en caso de accidente o fuga.
  • Garantizar el cumplimiento normativo en el transporte y almacenamiento.
  • Servir de base para evaluaciones de riesgo y planificación de medidas preventivas.
  • Facilitar la comunicación a lo largo de toda la cadena de suministro, desde el fabricante hasta el usuario final.

En resumen, es una hoja de ruta para manejar sustancias químicas con conocimiento y responsabilidad.

¿Qué información contiene un SDS?

Un SDS debe estar estructurado en 16 secciones obligatorias, que incluyen:

  1. Identificación del producto y del proveedor.
  2. Identificación de peligros.
  3. Composición/información sobre los componentes.
  4. Primeros auxilios.
  5. Medidas contra incendios.
  6. Medidas en caso de vertido accidental.
  7. Manipulación y almacenamiento.
  8. Controles de exposición/protección personal.
  9. Propiedades físico-químicas.
  10. Estabilidad y reactividad.
  11. Información toxicológica.
  12. Información ecológica.
  13. Consideraciones sobre la eliminación.
  14. Información sobre el transporte.
  15. Información reglamentaria.
  16. Otra información relevante.

Cada una de estas secciones debe estar redactada de forma clara y actualizada. Un error o dato obsoleto puede tener consecuencias legales y operativas muy serias.

¿Quién debe elaborar y actualizar un SDS?

La responsabilidad de elaborar el SDS recae en:

  • El fabricante o importador del producto químico.
  • El distribuidor, si reenvasa, diluye o modifica la mezcla.
  • El usuario final, en caso de crear una mezcla propia para uso interno.

Además, el SDS debe ser:

  • Redactado en el idioma del país donde se comercializa el producto.
  • Actualizado siempre que haya nueva información sobre los riesgos, usos, medidas de protección o clasificación del producto.

El Reglamento REACH exige que el SDS esté disponible de forma gratuita, en formato físico o digital, y que se conserve durante al menos 10 años.

Importancia del SDS en almacenamiento y transporte de productos químicos

Cuando hablamos de almacenamiento o transporte de productos químicos peligrosos, el SDS es una pieza central del cumplimiento normativo.

Gracias a este documento:

  • Se puede clasificar adecuadamente el producto según el ADR, IATA o IMDG.
  • Se determina si requiere almacenamiento en cubeto, ventilación especial, sectorización u otras medidas APQ.
  • Se definen las instrucciones escritas para el conductor.
  • Se anticipan riesgos asociados a la mezcla con otras sustancias.

“Un buen SDS es como un manual de instrucciones para trabajar con seguridad. Es el primer documento que revisamos antes de aceptar un nuevo producto en nuestras instalaciones”, comenta el técnico de seguridad en LDH.

Beneficios de un buen manejo del SDS

No se trata solo de tenerlo “por si acaso”. Un buen uso del SDS permite:

  • Reducir accidentes laborales por contacto, inhalación o manipulación incorrecta.
  • Evitar sanciones durante auditorías o inspecciones.
  • Optimizar el diseño del almacén en base a las incompatibilidades de producto.
  • Mejorar la trazabilidad y la documentación de operaciones logísticas.
  • Formar mejor al personal con información fiable, clara y accesible.
  • Agilizar la respuesta ante una emergencia, minimizando daños.

Por eso, el SDS debe ser accesible, estar bien archivado, actualizado y formar parte de los procedimientos internos de seguridad y calidad.

 

La Ficha de Datos de Seguridad (SDS) no es solo un requisito legal, es una herramienta imprescindible para operar con productos químicos de forma segura, eficaz y profesional.

En un sector tan regulado como el químico, tener el SDS correcto, completo y actualizado marca la diferencia entre cumplir y exponerse a sanciones, errores o accidentes.

En LDH, gestionamos a diario una gran variedad de productos químicos peligrosos. Sabemos lo importante que es contar con un SDS fiable, no solo para cumplir la ley, sino para proteger a las personas y al entorno. Por eso, acompañamos a nuestros clientes en todo el proceso, ayudándoles a interpretar, integrar y aplicar correctamente la información del SDS en sus operaciones.

Porque entender bien lo que se almacena y transporta es el primer paso para hacerlo bien.

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