El almacenamiento de productos químicos es una actividad crucial en muchas industrias. Además de preservar la calidad de los materiales, es fundamental para garantizar la seguridad de las personas, el medio ambiente y las instalaciones. Un manejo inadecuado puede ocasionar riesgos graves como incendios, explosiones y contaminación ambiental.

¿Qué se considera un producto químico?

Un producto químico es cualquier sustancia fabricada o procesada mediante métodos químicos que presenta propiedades físicas y químicas específicas. Estas sustancias pueden encontrarse en forma sólida, líquida, gaseosa o en mezclas complejas, y son ampliamente utilizadas en sectores industriales, agrícolas y domésticos.

Los productos químicos se clasifican según características como su inflamabilidad, toxicidad, reactividad o corrosividad. Estas propiedades determinan los riesgos asociados a su uso y almacenamiento. Por ejemplo, los solventes inflamables presentan peligros de combustión, mientras que los ácidos y bases fuertes pueden causar daños severos a materiales y tejidos humanos.

¿Qué tipos de productos químicos existen?

Los productos químicos se agrupan en diversas categorías, dependiendo de sus propiedades y riesgos. Estas son algunas de las más relevantes:

  • Inflamables: Sustancias como hidrocarburos o solventes, que son altamente sensibles a fuentes de ignición.
  • Corrosivos: Ácidos y bases fuertes que pueden dañar equipos y estructuras, además de representar un riesgo para la salud humana.
  • Tóxicos: Productos que afectan la salud si son inhalados, ingeridos o entran en contacto con la piel.
  • Reactivos: Compuestos que pueden desencadenar reacciones violentas si se mezclan con otros materiales.
  • Oxidantes: Sustancias que liberan oxígeno, intensificando la combustión en caso de incendio.

¿Cómo almacenarlos correctamente?

El almacenamiento correcto de productos químicos requiere seguir una serie de principios clave. Algunas de las prácticas más importantes incluyen:

  • Segregación: Separar los productos incompatibles para evitar reacciones químicas peligrosas. Por ejemplo, ácidos y bases deben almacenarse en áreas separadas.
  • Ventilación adecuada: Asegurarse de que los vapores no se acumulen en el ambiente, especialmente en espacios cerrados.
  • Etiquetado claro: Todos los productos deben estar identificados con etiquetas que detallen su nombre, composición y riesgos.
  • Control de temperatura: Evitar exposiciones extremas que puedan alterar las propiedades de los productos o causar reacciones inesperadas.

“En este trabajo, cada detalle cuenta. Desde la forma en que organizamos los productos hasta las inspecciones regulares, todo está pensado para reducir riesgos y ofrecer un servicio seguro y confiable.” comenta Alexandra Negoita, Gestor Atención al Cliente en LDH

¿Cómo NO almacenarlos correctamente?

Un manejo incorrecto puede resultar en situaciones peligrosas. Estos son algunos de los errores más comunes:

  • Almacenamiento conjunto de productos incompatibles: Mezclar ácidos con bases o almacenar inflamables junto a oxidantes puede desencadenar reacciones químicas violentas.
  • Falta de etiquetado: Un producto sin identificar es un riesgo, ya que dificulta el manejo adecuado en caso de emergencia.
  • Espacios sin ventilación: Esto puede llevar a la acumulación de gases tóxicos o inflamables, aumentando el riesgo de incendios o intoxicaciones.
  • Ignorar las inspecciones regulares: El mantenimiento inadecuado de las instalaciones puede provocar fugas, corrosión de envases o fallos en los sistemas de contención.

Normativa acerca del almacenamiento de productos químicos

El almacenamiento de productos químicos está sujeto a estrictas regulaciones que buscan proteger tanto a las personas como al medio ambiente. Estas normativas establecen criterios específicos sobre cómo deben diseñarse y mantenerse las instalaciones destinadas a esta actividad. Por ejemplo, se exige que los espacios cuenten con sistemas adecuados de ventilación para evitar la acumulación de gases tóxicos o inflamables, así como con equipos de extinción de incendios preparados para actuar ante cualquier contingencia.

Asimismo, es fundamental que las empresas capaciten a su personal en el manejo seguro de los productos, asegurándose de que comprendan los riesgos asociados a cada tipo de sustancia y sepan cómo actuar en caso de emergencia. Las auditorías periódicas son un requisito clave para evaluar el cumplimiento de estas normativas, garantizando que los procedimientos sigan siendo efectivos y que las instalaciones se mantengan en condiciones óptimas. Estas regulaciones no solo buscan prevenir accidentes, sino también promover un compromiso con la sostenibilidad y la seguridad en el sector.

Cómo nosotros lo hacemos en LDH

En LDH entendemos la importancia de implementar prácticas seguras y responsables en el almacenamiento de productos químicos. Nuestra infraestructura ha sido diseñada pensando en la seguridad, con áreas segmentadas que permiten separar los productos según sus características químicas, evitando posibles reacciones peligrosas. Además, utilizamos tecnologías avanzadas para la detección de fugas y el control ambiental, asegurando que nuestros espacios cumplan con los más altos estándares de seguridad.

Nos enfocamos en la capacitación continua de nuestro equipo, conscientes de que el conocimiento es clave para un manejo adecuado de las sustancias químicas. Cada integrante de LDH está preparado para garantizar la integridad de los materiales almacenados y actuar de manera rápida y eficaz ante cualquier eventualidad. Nuestro compromiso no solo reside en proteger los productos de nuestros clientes, sino también en contribuir activamente al cuidado del medio ambiente y al cumplimiento de las normativas vigentes. Con LDH, la tranquilidad y la confianza están aseguradas.

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