Cuando se trabaja con productos químicos, no basta con tener el material adecuado o un almacén correctamente acondicionado. La documentación es tan importante como el propio producto: garantiza la seguridad, asegura el cumplimiento normativo y protege a las personas, las instalaciones y el entorno.

Ya sea en operaciones de almacenamiento, carga, descarga o traslado interno, contar con los documentos correctos y actualizados es un paso imprescindible para una manipulación segura y legal de los productos químicos.

¿Por qué es importante la documentación en la manipulación de productos químicos?

La manipulación de productos químicos conlleva riesgos: incendios, explosiones, intoxicaciones, derrames o reacciones peligrosas. Estos riesgos no se pueden evitar por completo, pero sí se pueden controlar y minimizar si se cuenta con la información adecuada.

La documentación:

  • Identifica los peligros del producto (inflamabilidad, toxicidad, corrosividad…).
  • Indica cómo almacenarlo, moverlo o combinarlo con seguridad.
  • Sirve como base para formar al personal y establecer protocolos de emergencia.
  • Es exigida en auditorías, inspecciones y por los propios clientes.
  • Aporta trazabilidad y confianza en toda la cadena de suministro.

En definitiva, la documentación no es un formalismo, es una herramienta clave de prevención.

Documentos imprescindibles que debe tener un producto químico

Ficha de Datos de Seguridad (FDS o SDS)

La Ficha de Datos de Seguridad (SDS, por sus siglas en inglés) es el documento técnico que describe en detalle los riesgos del producto, cómo manipularlo de forma segura y qué hacer en caso de emergencia.

Debe estar redactada en el idioma del país, estructurada en 16 secciones obligatorias, y actualizada según el Reglamento REACH. Es obligatorio conservarla y tenerla accesible para el personal expuesto.

“Antes de almacenar o mover cualquier sustancia en nuestras instalaciones, revisamos su SDS. No es negociable. Es el punto de partida para todo lo demás”, señalan desde el equipo de LDH.

Etiquetado conforme al Reglamento CLP

El etiquetado del envase debe cumplir con el Reglamento CLP (Clasificación, Etiquetado y Empaquetado).

Cada producto debe llevar:

  • Pictogramas de peligro
  • Indicaciones de peligro (H) y consejos de prudencia (P)
  • Palabra de advertencia: “Peligro” o “Atención”
  • Identificación clara del proveedor

Esto permite que cualquier persona, aunque no sea experta, pueda identificar los riesgos de forma visual e inmediata.

Certificado de Análisis (CoA) o Especificaciones Técnicas

En productos industriales o de laboratorio, se suele adjuntar un Certificado de Análisis (CoA) que acredita la composición y pureza del producto.

Este documento garantiza que el lote entregado cumple con los parámetros solicitados y que es apto para el uso previsto.

Cuando no hay CoA, se puede aportar una hoja de especificaciones técnicas, donde figuran los principales datos físicos, químicos y de calidad del producto.

Documentación de transporte (ADR, RID, IMDG, IATA según modo)

Si el producto químico se va a transportar, debe ir acompañado por la documentación correspondiente al modo de transporte:

  • ADR para transporte por carretera
  • RID para transporte ferroviario
  • IMDG para transporte marítimo
  • IATA-DGR para transporte aéreo

Estos documentos incluyen:

  • Clasificación del producto según su peligro
  • Número ONU
  • Grupo de embalaje
  • Instrucciones escritas
  • Carta de porte
  • Certificado del conductor (cuando aplique)

Todo esto asegura que el transporte se realice de forma segura y conforme a la ley, evitando sanciones y riesgos innecesarios.

¿Qué ocurre si un producto químico no tiene la documentación correcta?

Las consecuencias pueden ser graves:

  • Multas e inmovilización de mercancía por parte de las autoridades (Industria, Medio Ambiente, Transporte, etc.).
  • Riesgo para la salud de los trabajadores por desconocimiento de los peligros.
  • Errores en el almacenamiento (como mezclar sustancias incompatibles).
  • Falta de trazabilidad en caso de incidente.
  • Problemas legales en caso de accidente o fuga.

Además, en muchas industrias, la falta de documentación adecuada impide incluso la recepción del producto o su entrada al almacén.

Buenas prácticas para empresas que manipulan productos químicos

Para garantizar una manipulación segura y eficiente, es recomendable:

  • Solicitar siempre la documentación al proveedor, incluso antes de recibir el producto.
  • Archivar digitalmente las fichas SDS y mantenerlas actualizadas.
  • Formar al personal en la lectura e interpretación de la documentación.
  • Revisar que el etiquetado esté presente y sea legible antes de manipular cualquier producto.
  • Establecer un protocolo interno de verificación documental antes de almacenar, mover o transportar cualquier sustancia.
  • Actualizar los documentos ante cualquier cambio de normativa, proveedor o composición del producto.

Estas buenas prácticas no solo reducen riesgos, también mejoran la reputación de la empresa, agilizan las inspecciones y fortalecen la cultura preventiva.

 

La documentación es una parte esencial en la manipulación de productos químicos. No se trata de un requisito burocrático, sino de un elemento clave para proteger a las personas, cumplir la normativa y asegurar la continuidad operativa.

Contar con una SDS actualizada, un etiquetado claro, el certificado de análisis y la documentación de transporte adecuada, es lo mínimo exigible para trabajar con responsabilidad en el entorno químico.

En LDH, lo tenemos claro: toda operación logística debe empezar por revisar la documentación. Acompañamos a nuestros clientes desde el primer momento, ayudándoles a verificar y gestionar correctamente toda la información necesaria para trabajar con productos químicos de forma segura, eficiente y en regla.

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