Para algunas empresas, la internacionalización es una decisión estratégica basada únicamente en la expansión de mercado. Para otras, es un salto natural, casi inevitable, cuando el trabajo bien hecho empieza a abrir puertas fuera de sus fronteras. En LDH, lo teníamos claro desde nuestros inicios: pensar en global no era una opción, era parte de nuestra forma de entender el negocio.

Ahora, con una estructura reforzada, una capacidad logística ampliada y una red de confianza consolidada, ha llegado el momento de dar ese paso con determinación. Pero no se trata solo de salir al exterior. Se trata de hacerlo con sentido, con estrategia y con compromiso.

Internacionalización como paso lógico al buen hacer nacional

Durante años, hemos trabajado en consolidar nuestra posición en el mercado nacional. Lo hemos hecho con rigor, con foco en la seguridad y el cumplimiento normativo, y siempre con una apuesta clara por la excelencia operativa. Esa forma de trabajar ha hecho que, de forma natural, algunas de las principales compañías químicas internacionales se fijaran en nosotros, incluso antes de que iniciáramos oficialmente este proceso de expansión.

No se trata de querer crecer por crecer, sino de poner en valor todo lo que ya sabemos hacer y trasladarlo allí donde se necesita.

Por eso, internacionalizarse no es romper con lo que somos, sino todo lo contrario: es llevar nuestro modelo a nuevos contextos, respetando lo que nos ha hecho fuertes aquí.

Razones que nos han hecho internacionalizarnos

Podríamos hablar de cifras, de tendencias o de oportunidades de mercado, pero en el fondo la decisión de internacionalizarse nace de una combinación de factores mucho más profundos:

  • La globalización ya no es una opción, es una realidad. Y en un sector tan interconectado como el químico, anticiparse es clave.
  • Muchos de los grandes fabricantes y distribuidores no tienen presencia directa en España, o lo hacen a través de agencias comerciales sin capacidad logística.
  • Nuestra posición geográfica, con un nuevo almacén en Barcelona estratégicamente ubicado, nos permite actuar como nodo logístico hacia la península ibérica, el norte de África y parte del sur de Europa.
  • Contamos ya con un equipo internacional y un departamento comercial específico enfocado en el desarrollo de negocio fuera de España.
  • Y lo más importante: ya hay clientes internacionales que confían en nosotros, lo que confirma que la demanda existe y que tenemos mucho que aportar.

En realidad, la internacionalización no es un cambio de rumbo, sino un paso adelante en la misma dirección.

Apuesta clara por estar presentes en los países de origen

Uno de los aspectos clave de esta nueva etapa es que no buscamos crecer desde la distancia. Queremos hacerlo en origen, allí donde nacen los acuerdos comerciales, donde se producen las materias primas, donde están los grandes centros de decisión del sector químico.

“Hemos pasado de esperar a que nos busquen, a ir nosotros a buscar. Porque sabemos lo que ofrecemos, y sabemos lo que necesitan”, comenta el equipo comercial internacional de LDH.

Negociar directamente con fabricantes y distribuidores globales nos permite ofrecer soluciones mucho más completas, ágiles y adaptadas a sus necesidades reales. Hablamos de logística integrada, con capacidad de almacenamiento, distribución, trazabilidad, cumplimiento normativo y fiabilidad en los plazos. Un operador que esté a la altura de sus expectativas en destino.

Esta es nuestra forma de entender la internacionalización: desde la proximidad, desde la colaboración y desde la confianza.

No nos olvidamos que nuestra razón de ser está en España

Dar el salto al exterior no significa dejar atrás lo que somos. Todo lo contrario. Nuestra base operativa, técnica y cultural está en España, y seguirá siéndolo. Es aquí donde hemos crecido, donde hemos aprendido y donde seguimos innovando.

Seguimos comprometidos con nuestros clientes nacionales, con las normativas locales, con los estándares de calidad que nos han posicionado como un operador logístico de referencia en el sector químico. Y seguimos ampliando capacidades aquí: el reciente aumento de nuestra superficie de almacenaje en Barcelona es una apuesta firme por seguir mejorando nuestros servicios logísticos en territorio nacional.

Además, esta doble dimensión (local y global) nos permite ofrecer servicios de logística internacional con base en España, un valor añadido para muchos clientes que buscan un socio fiable en la península ibérica para sus operaciones desde o hacia el extranjero.

¿Qué podemos esperar en el futuro?

La internacionalización no es un destino, es un camino. Un proceso que irá creciendo de forma progresiva, sólida y con visión a largo plazo. Nuestra prioridad es crear relaciones de confianza con los fabricantes y distribuidores internacionales que quieran operar con seguridad y eficiencia en nuestro entorno geográfico.

También aspiramos a ser una referencia logística para empresas españolas que busquen apoyo para exportar sus productos químicos, o que necesiten soluciones integradas en mercados complejos.

Por eso, el futuro inmediato pasa por consolidar nuestra presencia en los mercados clave, ampliar nuestras capacidades logísticas y fortalecer nuestro equipo internacional. Sin perder nunca la esencia que nos ha traído hasta aquí: responsabilidad, rigor, cercanía y compromiso.

 

Internacionalizarse no es simplemente abrir nuevos mercados. Es asumir una responsabilidad mayor, entender nuevas dinámicas y estar dispuesto a crecer sin perder los valores que nos definen.

En LDH, llevamos tiempo preparándonos para este momento. Sabíamos que llegaría. Y ahora que se dan las condiciones adecuadas —más capacidad, más experiencia, más visión— estamos listos para afrontarlo.

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